El sábado, luego de varios fines de semana entregado a mi labor como flamante padre de familia, realmente es mi segundo hijo, pero luego de 08 años pareciera que fuera el primero, lo cierto es que este segundo crío que en realidad es una hermoza nena, me parece y a mi esposa también, menos estresante que cuando nos toco la responsabilidad de ser padres por primera vez, recuerdo muy a la distancia en el tiempo, que a la semana por lo menos llamabamos por teléfono al pediatra (médico) para consultarle situaciones totalmente nuevas para nosotros como el estornudo del bebe, o el no poder botar los gases, entre otras "grandes preocupaciones" que eran calmadas por el veterano doctor con un..."tranquilo señor, tomese una manzanilla, su bebe esta en perfecto estado...." esa falta de "preocupación" hizo que tomaramos la drástica decisión de cambiar de pediatras por lo menos unas tres veces, conforme mi hijo fue creciendo las preocupaciones se fueron desvanenciendo y el pediatra se fue volviendo más "confiable".....
En que me quedé...? claro, el sábado desperte temprano, la brisa marina traia consigo una dulce neblina con olor a mar, las manecillas del reloj aún no marcaban las 05AM lo que me puso bastante inquieto, lo decidí en un instante...!!, tome mi bicicleta rutera, la subí a la camioneta, y parti rumbo al sur de Lima, había llegado el momento de descargar la energía acumulada en estos días llenos de paciencia y dedicación.....aún era temprano, la noche ya había despejado, algunas almas regocijadas en alcohol deambulaban por la avenida La Marina, el semáforo parpadeba en ambar, mire en el espejo retrovisor mi bicicleta, me entro la duda si las llantas tenían suficiente aire, no importa, lo vería llegando al grifo PECSA....
Al llegar y ver a los grupos de ciclistas descargando sus corceles de los autos o camionetas no podía dejar de sentir una inmensa emoción en el pecho, casi dos meses habían transcurrido desde mi última incursión por el sur de Lima, buen ambiente se respiraba, ahí estaban listos los primeros grupos de triatlón, los ruteros madrugadores, los cañetanos, todos revisando al mínimo los implementos para la larga jornada, en otro rincón, estaba IRONMESTA con quién habiamos coordinado para pedalear, su papá nos acompañaría, a manera de escolta, durante la jornada sabatina, mi objetivo era llegar al mismo ritmo que Kike hasta Sa Bartolo, luego regresar con tranquilidad........
Finalmente pude sostener el ritmo, nos salio una media de 33.8 km/hora en una distancia de 55 kilómetros, nada mal para haber retomado después de tanto tiempo, obviamente estuve detrás de Kike todo el camino, (NO al drafting), pero está vez se justificaba una honrosa excepción.....
Tenía muchas ganas de trotar, aunque sea unos 20 minutos me propuse, pero me sentía sumamente agotado, luego de pelear con mi espiritú deportivo que me insitía en ponerme las zapas y correr, hice caso a la razón y me quede en slpas, subí a la camioneta y enrumbe a casa, extasiado de haber podido rodar nuevamente en la ruta del SOL....
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