El último viernes se paso literalmente "volando" en medio de reuniones y papeles de la oficina, trataba de entregar todos los encargos y dejar ordenado mi despacho, el teléfono timbraba sin parar, un sin número de emails que por ratos parecían interminables, no me dejaban ultimar las coordinaciones con los chicos que quedarían con mis tareas diarias, de pronto la noche se vino encima y con ello la paz y tranquilidad en la oficina.
Las vacaciones de verano son muy esperadas en casa, sobre todo por Alfonsito que cada año demanda programas más divertidos, así es que reservamos algunos días en el Hotel Las Dunas en Ica, especialmente seleccionado por su eterna diversión, una ciudad con sol todo el año, con mucho por conocer y con una excelente gastronomía, luego pasaríamos por la enigmática Paracas donde disfrutaremos de la extraordinaria atención del Hotel Double Tree pero en especial de sus bellos paisajes para realizar mis entrenamientos en nado, bicicleta y trote. (Bueno, también son mis vacaciones....)
Con la ilusión encima partimos al día siguiente con rumbo al Sur de Lima, primera sorpresa del viaje encontrar terminanda la autopista, obra de reciente inauguración que permite llegar a la ciudad de Chincha en menos de dos horas, 200 kilómetros sobre una pista completamente nueva, tanto así, que en todo el trayecto no hay ninguna estación de servicio de combustible, tome nota de ese detalle para el regreso a Lima.
La música del Grupo 5 y algunos temas del grupo Néctar hicieron más divertido el largo viaje de 03 horas, entre canticos y algunos gallos que salían de vez en cuando, nos pasamos buena parte de la ruta cambiando la letra de las canciones para hacerlas menos "amorosas". Cruzar la ciudad de Chincha siempre es complicado, el caos domina los 5 kilómetros que se extienden sobre la carretera, paraderos de buses informales y cientos de moto taxis pululan por todos lados, se avanza a ritmo de procesión, con mucha paciencia pero embuidos de felicidad pues nos acercábamos a nuestro primer destino vacacional...
Nuevamente en la carretera, 100 kilómetros de Chincha a Ica, ruta adrenalinica dominada por gigantescos trailers de carga que se desplazan sobre una pista de un solo carril para dirigirse hacia el Sur y un solo carril para el regreso, nos encontramos con algunos camiones paquidermicos que iban literalmente a velocidad de trotuga, a 60 kms/ hora o menos, formaban largas colas de autos detrás mientras esperábamos que por el carril contrario dejarán de venir tantos carros u otros camiones, apenas se despejaba la pista contraria aprovechábamos en acelerar para pasar el tremendo mostro, pero la parte adrenalinica venia cuando de pronto se aparecía algún camión o auto en sentido contrario.....!!!
Finalmente llegamos a Ica, la bienvenida con un riquisimo pisco sour y algunas habitas tostadas, descansamos algunos minutos en la habitación, luego de tanta tensión sobre la carretera, y nos dirigimos a la piscina donde un tremendo tobogan sería la delicia del paseo.....los animadores del hotel ya habían iniciado algunos juegos así es que nos sumamos al grupo de aqua-aeróbicos que empezaba a danzar al ritmo de Juan Luis Guerra y sus avispas.
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