El verano limeño no se quiere ir, un par de semanas atrás me dio la impresión que el cambio de clima se aproximaba, densas neblinas cubrían las calles y un fuerte a olor a humedad recorría el ambiente, las madrugadas costipaban, mientras los huesos se entumecian, pero esta sensacion duro un par de días luego el sol se encargo de evaporar esa niebla con sabor a invierno y otra vez estamos con el cielo despejado.
Estoy intentando entrenar lo suficiente para sentirme con la confianza necesaria de inscribirme en la más grande de las fiestas pedestres que tiene Lima, la maratón 42K que nuevamente la organiza la firma ADIDAS y en esta portunidad también cuenta con el auspicio de Movistar (Telefónica del Perú), con ese fin, hace un par de semanas decidí empezar con el duro entrenamiento, luego de casi 60 días de no pisar el asfalto, estaba nuevamente en las calles, los primeros pasos se sentían mal, como que cada pie pesaba una tonelada, algo así como si el elefante intentara correr, un cansancio extremo se posaba sobre mis hombros, en menos de 100 metros había lanzado 4 bostezos, imaginando en mi cerebro la figura de un enorme hipopotamo....., de mis ojos brotaban algunas lagrimas, que intentaban darle humedad y de pasadita eliminar algunas lagañas que no me permitian tener una buena visión....., pero estaba decidido a seguir corriendo, paso a paso fui avanzando, el Garmin indicaba que ya habían pasado los dos primeros kilómetros, y mi cuerpo ya lo notaba, ya estaba nuevamente en automático...!!!
Que delicioso sentimiento de libertad, la brisa fria de la madrugada fue despavilandome mientras mis pasos me acercaban a la playa por la siempre transitada Costanera, el cronometro indicaba 30 minutos exactos en 5 kilómetros, asi es que decidí iniciar el retorno a casa, esta vez le puse un poco de sabor al entrenamiento, exigiendome un poco más, pero el pulso inmediatamente frenaba mis intentos de cambio de ritmo, no quedaba otra que aminorar la marcha, ya en el kilómetro 7 mi cuerpo no respondía, sentía las piernas petrificadas...!!, tuve que bajar aún más la velocidad, los últimos 2 kilómetros fueron a una media de 07 min/km es decir casi caminando, con la cabeza mirando el piso y transpirando como si estuviera en un sauna y eso que estaba bien fría la mañana, menos mal pude llegar a casa.....destruido..inicie mi serie de estiramientos pero con un dolor que me recorria todo el cuerpo...., obviamente conforme fueron pasando las horas el dolor se fue intensificando.
Los 42K estan encima, voy demasiado retrasado con el entrenamiento, a 20 días del magno evento me siento demasiado pesado y debil como para siquiera pensar en estar en la línea de partida, me da mucha penita pero es lo justo para mi mente y mi salud corporal, será la primera vez que ni siquiera me inscriba, ya vendran nuevos eventos, lo primero es iniciar un programa de entrenamiento y dieta que me permita estar ligero y en buen estado fisico.....
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