Se termino el mes de Abril, las semanas se me han pasado muy rápido, me paso el día con el calendario de entrenamiento en una mano y en la otra mi estricta dieta, los avances son notorios en ambos rubros, he logrado reducir 4 kilos, es decir ya estoy en 76 kilos y 3% menos de grasa con lo cuál ya llegué a 17%, todavía me veo medio panzoncito pero fisicamente siento que mi rendimiento va en aumento, luego de un par de semanas de metamorfosis, mi cuerpo ya se acostumbro a recibir menor cantidad de azucar en cualquiera de sus presentaciones, sea en refrescos, gaseosas, kekes, galletas u otros que solía ingerir.
Mi preparación para la maratón 42K ha entrado en una de las etapas más interesantes, pues es cuando pienso que ya estoy listo y quiero que la carrera sea el siguiente domingo, pero a la vez pienso que con un par de semanas más de entrenamiento me sentiría más tranquilo en alcanzar mi meta de este año que es detener el cronómetro en menos de 4 horas...., ya van dos semanas con 60 kms acumulados en cada una, me voy por mi tercera semana de acumulación de kilómetros, espero acumular 70 kms en esta última semana de carga, que para muchos ya es un exceso pues he recibido gruesos comentarios que a estar alturas debería reducir la carga pues exite un riesgo evidente de lesionarme a última hora.
Estoy de acuerdo con mis asesores deportivos, pero también tomo en cuenta que mi preparación empezó hace 5 semanas cuando la mayoría de runners ya estaba en su novena o décima semana de entreno, es decir me llevan varias horas de entreno, no es que piense que pueda recuperarlas, pero estoy escuchando a mi cuerpo y siento que todavía puedo meterle algo de más de pista a las piernas.
El sábado me tocaba recorrer 33 kilómetros que finalmente se convirtieron en 31K, no por falta de aire sino por falta de piernas y creo que por una decisión acertada de abandonar el entreno antes de poner en riesgo mi estado fisico, mi objetivo era mantener un pace menor a 5.30 min/k, la ruta elegida serían los malecones que cruzan los distritos de san miguel, magdalena, san isidro, miraflores y barranco, la ida estuvo espectacular, detuve el Garmin en la Iglesia de la plaza principal del bohemio distrito Barranquino, total 16.7 kms en menos de 1.30 horas, inicie el camino de retorno, a paso sostenido siempre por debajo de 5.20 min/km, muy buena reacción del cuerpo, mi primer objetivo era alcanzar los 26 kilómetros pues era la distancia máxima que hasta ese día había recorrido, y evaluar mis principales indicadores fisicos.
La noche anterior había decidido descansar temprano pero una serie de temas personales me obligo a estar sentado en el chifa de la esquina de Fauccett con Venezuela recién a las 10PM, la dieta indicaba consumir pastas, así es que no se me ocurrió mejor idea que pedirme unos tallarines con pollo saltado y unos wantanes fritos de entrada, que deboré en un abrir y cerrar de ojos, el lugar no es para nada recomendable, pero esta vez me saco de apuros, pues necesitaba ingerir carbos antes de la extenuante rutina. Recién pude dormir casi a las 12pm, pues antes tuve que dejar todo listo para el día siguiente, estoy estudiando cada acto que realizo antes de la carrera para repetirlo el día del evento.....
Los 26K los alcancé a la altura de la Pera del Amor en el distrito de Magdalena, las sensaciones no podían se mejores, me sentía cansado pero todavía con muha fuerza para seguir adelante, sobre todo al mismo ritmo, sin embargo, había agotado mis provisiones de hidratante, las botellas cargadas con yumax la noche anterior ahora estaban vacías, pensé en detenerme en la siguiente esquina donde podía divisar un desordenado puesto de periódicos, un poco más abajo algunas cajas con gaseosas justo detrás de una silla donde habían colocado algunas golosinas, el aroma a pan recién horneado que salía de la panadería Don Mario inundaba el ambiente, hacía revolotear mi estómago, mi organismo había empezado el proceso de digestión amontonando saliba en mi boca, decidí acelerar la marcha y salir de tanta tentación lo más pronto posible, luego de 20 minutos ya estaba a la altura del malecón Bertoloto en San Miguel, ahora sí me sentía adolorido de pies y piernas, pero con muchas ganas de seguir corriendo, también empecé a sentir mucha sed, esperé que en el Garmin me indicará que ya iban 30K para detenerme, justo a medio paso de una pequeña bodega que a esa hora de la mañana estaban limpiando, pedi una botella de agua bien helada, cargue mis botellas con gatorade y me pedi una coca cola heladita.
Eche el agua helada en mis adoloridas piernas, me tome un gran sorbo de coca cola y cargue mis botellitas con el gatorade, mi intención era recorrer los 3 kilómetros que me distanciaban de casa, inicie el trote buscando el mismo ritmo pero era imposible, estaba agarrotado, avance exactamente un kilómetro y decidí detenerme, camine unos 100 metros pero ya no había más fuerzas, mentalmente también estaba agotado, había luchado contra el dolor por buen rato, recordé que solo era un entrenamiento, tome un taxi... y llegue a casa.
En casa unas bolsas con hielo ayudaron a que las piernas desinflamarán rapidamente, una ducha con agua fría, algo de quadriderm para las ampollas y un desayuno de campeones fueron suficiente para iniciar el día, por ser fin de mes tocaba realizar algunos pagos, pero no imaginaba que las largas colas para ingresar a los bancos serían realmente maratónicas.....!!!!
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