El frío estuvo demoledor, como nunca, la pense varias veces antes de coger la bicla montañera, la pista empapada con el ligero rocío, esas gotas pequeñas que caen sin ninguna misericordia......, decidí regresar a mi cuarto en el segundo piso, para buscar................ algún motivo para no salir de casa, sin embargo, a mitad de camino me detuve, recorde que debo ser constante en el entreno, estas semanas de septiembre, deben servir para reducir mi prominente abdomen, nada mejor que entrenar tranquilo, sabiendo que la fecha de la competencia está aún lejana, sin presiones, ni pasiones.
Durante las primeras cuadras sobre la bici, el aire helado penetraba en mi cuerpo como si fueran estacas de hielo, la llovizna caía con más fuerza, a pesar de ser 06:10 AM aún no estaba claro el día, las luces de los postes permanecían encendidas, poca gente en la calle, un panadero con su deliciosa carga apuraba el paso para dejar su mercadería calentita, gire a la Costa Verde, la cosa se ponía grave, neblina con baja intensidad asomaba por todos lados, ahora sí, sentía que me ahogaba con tanta húmedad, estoy convencido que los limeños somos descendientes de Acuaman, algún día mutaremos a alguna especie de mamífero acuático, pero con branquias........voy entendiendo poco a poco la teoría de la evolución......
Por fin llego a Chorrillos, mi cronometro se sitúa en 48 minutos e inicio el pronto retorno, mi botella que había cargado con agua tibia ahora esta bien fría.......igual le meto un par de sorbos. El regreso siempre es más violento, voy por la pista baja, bien pegado a mi derecha, orando a todos los santos, para que me cuiden en la ruta, siempre retadora, muy dura en las subidas, cuento 03, la del Puente Balta, la de Productores y la del Bertolotto, la segunda muy empinada, casi mirando al cielo..........
El semáforo de la Av. LA Marina detiene mi buen ritmo, uno, dos, tres.......veinte segundos, por fin...!!! en verde, un par de kilómetros más ya estoy en casa.......empapado de sudor y húmedad, mi cronómetro se detiene en 01 hora 26 minutos, la caprichosa llovizna ha cesado por el momento, ha sido un buen entreno, lo peligroso de estos días es lo jabonosas que se ponen las llantas, hoy de suerte no me dí un par de trancasos, iba zigzageando en las curvas del malecón, por la pista de arriba, a pesar de no ser muy cerradas, igual tuve un par de sustos al patinar la llanta trasera........adrenalina, adrenalina, instintivamente el cuerpo empieza a pedalear más lento, luego lo tienes que forzar un poquito para que vuelva a tomar la misma confianza...!
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