jueves, 24 de septiembre de 2009

Mi "Madrina" Hortencia, La maratón del Sabor


El fin de semana tuve la necesidad de romper mi dieta, fue inevitable..!!!, el viernes por la tarde recibí la llamada de mi papá que muy contento anunciaba atravéz del auricular que nos esperaba en su casa pues había llegado la "madrina" Hortencia a Lima trayendo consigo algunas especies, carnes y otras cosillas que suele utilizar al momento de elaborar platos deliciosos, con esa sazón norteña......exagerada en picante, pero sabrosa al paladar........apenas escuche la invitación, mi glándulas salibales iniciaron un intenso trabajo y mi estómago inicio una frenética carrera.


Con la mente puesta en el almuerzo de la tarde, el sábado temprano salí a rodar algunos kilómetros, tratando de quemar la mayor cantidad de calorías posibles, al llegar a casa intenté ponerme las zapatillas para trotar algunos minutos pero una inesperada llamada me hizó abortar.


Ya podía olfatear la deliciosa comida que prepararía la "madrina", que realmente viene a ser mi tía abuela, pues es la hermana de mi abuela por parte paterna, sino que fue la madrina de matrimonio de mis papás, desde aquel día cogío dicho sobrenombre popularizado entre el resto de la familia, una viejecita admirable, llena de fuerza y vigor, el año pasado le celebramos sus 90 años, hubierno multiples agasajos, que iniciaron en el pueblito de San Jacinto, un pintoresco y caluroso lugar, ubicado en la entrada a la sierra de Chimbote, a unos 500 kilómetros al nore de Lima, reconocido por su dulzura, pues se dedican a la extracción y procesamiento de la caña de azúcar. Las celebraciones luego llegaron a la capital y avanzaron más al norte hasta llegar a Miami y Chicago, lugares donde, a pesar de sus temores de subir al avión, tuvo que viajar pues recibió la invitación de sus nietos, bisnietos y tataranietos quienes radican en gringolandia desde hace varias décadas.


Fuerte como un noble roble, ahora pequeñita como el Yoda de las Guerras de las Galaxias, arrugadita como una pasa, la "madrina" Hortencia (así se llama), tuvo una vida de película, casada hace muchos años con el difunto Tío Panchito, terrible delantero del otrora Alianza San Jacinto, con quién tuvo un único hijo, quién a su vez le dio tres nietos. Lamentablemente, este hijo falleció de una inesperada enfermedad, dejándola hundida en la más grande tristeza, pero tuvo muy poco tiempo para lamentar tan dolorosa partida, pues debía cuidar a los tres niños toda vez que la madre de estos, marcho un día para el país gigantesco que está al norte de américa donde pudo "rehacer" su vida.


La viejecita cuido a los pequeños con mucha dedicación, logrando hombres de bien para la sociedad, un marino, un contador y César, heredero de algunas virtudes del abuelo, entre ellas, la facilidad de enamorarse, es así, que estando con su tercer compromiso, salió un día a comprar el pan y nunca más regreso a casa, ya lo había hecho antes y siempre se escondía en la casa de la "madrina", complice de las travesuras de su último nieto, seguro a quién Ella más protegía, pero esta vez algo fue distinto, César enrumbo fuera del país, llegando a Venezuela, casi luego de 30 días, por fin, se comunicó con la "madrina" quién estaba al borde la locura, no iba a permitir que se le volviera a perder otro "hijo", menos el benjamín.


En su intento de mejorar económicamente sus ingresos, César había decidido alcanzar los Estados Unidos, indocumentado, con poco dinero, luego de 15 días, ahora, desde algún lugar en Colombia, llamó nuevamente a la "madrina", quién habilito de algo de efectivo al "prófugo"..........


Sus otros dos hermanos, hicieron inútiles intentos por convencerlo de regresar a Lima, luego de varias llamadas no lograron concretar su ubicación exacta, el tiempo avanzaba, luego de dos meses de no tener el más mínimo contacto, la "madrina" encabezó una delegación que viajaría por casi un mes por el norte de Sudámerica para intentar hallar al hijo pródigo, vanos fueron los intentos, han pasado casi 20 años de aquel día y hasta ahora no contamos con datos de César.....


Desde aquel día, la viejecita no ha parado su busquedad, lo ha intentado casi todo, policías, detectives, chamanes, brujas........., pero el único consuelo que escucha de Ellos, es que César podría estar en algún lado, con nueva familia pero indocumentado no tendría ninguna opción de retornar al país....., lo cierto es que con el dinero invertido, está humilde mujer hoy habría construido varios edificios de billetes.


El jueves en la noche, bastón en mano, con algo de sol sobre su cabeza, cogió algunas maletas, acudió temprano al mercado, tomo una moto taxi, quién gratuitamente la llevó al paradero de buses que viajan a Lima, luego de acomodarla en el asiento, con una enorme sonrisa, deseándole un buen viaje el motociclista desapareció, es que a la "madrina" la conocen todos en el rico San Jacinto, frente a su casa, existe una loza deportiva donde los muchachos suelen jugar encarnizados encuentros de fultbito, en medio de tanto furor, acuden a casa de la "madrina" quién los abastece de limonada o les vende helados que Ella misma elabora....."ya no estoy para preparales su almuerzo......", les exclamó hace un par de años a un grupo de obreros de la hacienda San Jacinto, situación que fue recibida con mucha pena por sus "amigos" quienes en agradecimiento le prepararon una fiesta sorpresa....que seguro nunca olvidará, pues acudió hasta el alcalde.


Luego de disfrutar del más delicioso helado que he probado en mi vida, con la panza hinchada de tanto comer, decidí tomar una siesta, sentado en el sofá de mamá, abrazado a mi esposa, con la TV encendida, mi estómago iniciaba el lento proceso, de traducir en alimento, los deliciosos tamalitos, seco de cabrito, patito al horno y algo de chicharrones, ............................., al otro lado de la mesa, mantel en mano, estaba paradita la "Madrina", siempre tan servicial, al vernos, se acercó y nos preguntó, "les gustaría probar unos deliciosos picarones?, los acabó de preparar......", como decirle No....?????

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