martes, 30 de septiembre de 2008

De ti depende




Avanzaba la tarde del domingo, habíamos tomado el desayuno un poco tarde, un plato hondo de chanfainita acompañado de un par de panes chabata con una gran taza de café, fueron el inicio de un día lleno de grandes eventos, a las 10:30 AM jugaba mi Erika de toda la vida, un partido de voley por el campeonato de masters del AELU, con gran nerviosismo, esperaba que llegue la hora, nunca le dije nada a Ella lo nervioso que me sentía pues la veía bastante tranquila....Alfonsito se pidió un pan con palta, mientras que de rato en rato aprovechábamos a darle una mirada a los titulares del Comercio que habíamos comprado saliendo de misa.

Listo el desayuno nos dirigimos a la cancha de voley, Yo no le perdía la vista a Erika, para ver si en algún momento intentaba regresarse, pero avanzaba con mucha determinación, y ahí estábamos, a pocos minutos del pitazo inicial, apenas el entrenador la vio le dio la camiseta indicándole que empezaba de titular.....Yo a punto de desmayarme, pues desde su accidente de hace un par de meses, lo más cercano a un partido oficial de voley era una pichanguita que jugamos frente a la casa de mi suegra con unas amigas de mi sobrina Estelita que no pasaban los 11 años, encima perdimos el partido....chssss

El partido fue avanzando y mi Erika iba muy bien al ataque así como en la defensa, el sentido de ubicación, distancia, la facultad de medir en tercera dimensión, no parecía que hubiera sido afectado, jugó muy bien, el encuentro muy reñido el pimer set, lo perdieron por poco márgen, el segundo, las chicas se relajaron un poco y en cinco minutos ya lo habían pérdido también.....pero el resultado fue lo de menos, el milagro era ver a mi esposa dar esos saltos sensacionales, recepcionar con mucha precisión, por momentos ocupo el puesto de armadora, puesto que tanto le gusta pues siempre sorprende con sus ataques de revéz sobre la net.....Yo estaba muy emocionado, es que tanto le pedí a Dios que me la devolviera, que todo vuelva a la normalidad que ahora que lo veía me costaba creerlo, mi linda pequeñita volvía por sus fueros, verla celebrar cada punto, renegar en cada pelota dividida.....terminado el partido estaba muy molesta porque habían pérdido...ja,ja,ja no se daba cuenta de lo grande que había sido ese encuentro, para mi la final de las olimpiadas!!!! el final de muchas horas de dolor....

Mi Erika no deja de sorprenderme, siempre fue así, fuerte, decidida, de un gran corazón, con mucha calle, porque es de barrio, sino fuera por estas virtudes que Ella siempre cultivo, no solo en su vida sino en la de todas las personas que la rodean, no hubiera podido recuperarse y recuperarnos a nosotros que la amamos tanto, que cuando le sucedió esa tragedia sentíamos que nos hundíamos de dolor, mientras que Ella siempre se aferró a la vida, pero no a una vida de cualquier manera sino a una vida como Ella está acostumbrada a vivirla, intensa, de competencia, de retos......Yo solo trato de acompañarla, sostengo su mano, mientras no paro de alentarla.

Por la tarde, otra gran alegría, tocaría la puerta de mi alma, mi amigo Eduardo Montezuma, más conocido como el Loco, me llamaba para que me sumará a la alegría familiar, pues junto con su hermanito habían culminado la carrera de 5K organizada por la Socieda Peruana de Sindrome de Down, se le notaba muy contento, en parte porque había podido retomar su ciclo competitivo.

La carrera se organizó en dos etapas, la primera, una carrera de 5K en los alrededores del Pentagonito, mi Loco la terminó en 22:53 minutos un tiempazo!!!! ojalá lo estimule en seguir compitiendo y entrenando...la segunda parte, una carrera de 1 K donde participaban nuestros amiguitos con SD acompañados de sus familiares.....me comenta que su hermanito estaba muy contento, en ningún momento se asustó, sino por el contrario disfrutó mucho de la carrera.

Así es el deporte, es una balanza que nos indica lo bien que vamos por la vida, no solo fisicamente, sino espiritualmente, y es que mientras más horas le dediquemos mejores personas seremos, es el equilibrio que siempre debe existir, pero es más bonito cuando se hace en grupo, con amigos, integrador cuando participa la familia, pues el logro de las personas que no vivimos del deporte, tiene más significado, no importa llegar de último a la meta, no importa perder el partido, lo más bonito es ver avanzar a esa persona que tanto queremos.

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