jueves, 17 de abril de 2008

Que llevar para una maratón - Lima?

A fines de septiembre del año pasado participé de mi segunda maratón, el escenario la ciudad de Lima - Perú, la partida en el estadio de San Luis, algo más de 500 participantes tomaban parte de esta nueva edición, que pretendía de alguna manera ser internacional, la verdad no había entrenado lo suficiente, mi distancia máxima había sido un trote de 35K que termine totalmente demolido, todavía lo recuerdo, lo hice a tres semanas de la maratón, un día Lunes que llegué tarde al trabajo, salí temprano de casa, fui por la Costa verde hasta Chorrillos, donde inicie el retorno, a la altura del estadio de san isidro ya mis piernas parecían se iban a quebrar en pedazos, aún así continúe avanzando hasta llegar a la altura de la Av. Universitaria, vi mi cronometro habían transcurrido tres horas desde que salí de casa, no podía más, hice un alto, pretendí caminar, pero los musculos no respondían, alce la mano y pare un taxi, que finalmente me llevó a casa.....
El día de la maratón me sentía fuerte, equipado con mi botella de gatorade, un par de sobres de powergel, mi celular que a la vez es radio, mi sencillera con 10 luquitas por si me agotaba y tenía que volver a tomar taxi, y mucho ánimo, una rápida mirada a mi alrededor me permitió ver algunas rostros conocidos, los grupos de Perurunners se juntaban en medio de la pista a darse ánimos, el Team Play también ya estaba listo para partir, un grupo de chicas estiraba en la verma central de la Av. Canadá, también vi a mi papá, habíamos llegado con él al evento, me seguiría los 42K en su auto, donde también estaban mi inseparable esposa y el pequeño gordito, mis permanentes alientos, ajuste mi cronometro en cero, faltaban algunos segundos para partir, mi meta bajar las 4 horas, ahí va mi crónica:
  • Los primeros 10K, fue un inicio lento, vi pausar cuál saeta a Vladimir Figari, pero siempre trate de mantener detrás mio al grupo de los Perurunners, pise los 5K en 26 minutos, lo cuál me indicaba que iba demasiado rápido, pero me sentía bien, no sentía sed, tampoco hambre, así es que mantuve el paso, acabando la Av. Brasil se terminaban también los primeros 10K, mire el reloj había hecho menos de 50 minutos, me encontré con Don Carlos Verau, extraordinario corredor de distancia larga, que trabaja conmigo.
  • 15K el primer sorbo de Gatorade paso por mi garganta, revise mis signos vitales, corazón, pulmones, musculos, todo OK, decidí mantener el mismo ritmo, subiendo por la Av. el Ejercito se me acercó otro maratonista, un chato que había llegado del Cusco para visitar a su familia y de pasadita se enteró del evento, se inscribió y ahí estaba trotando a mi lado, me describió con mucha precisión los lugares por donde solía entrenar en su tierra, sentí una sana envidia de que nuestro país tenga lugares tan bonitos, pero más aún donde las personas salen a entrenar. Retome mi mirada al camino, a unos 20 mts estaba el cartel que avisaba la llegada a los 15K, mire el reloj lo había hecho en 1:15 es decir mantenía mi ritmo de 25 minutos por cada 5K.
  • Media maratón de Lima, seguía con mi nuevo amigo, avanzando por el malecón de Miraflores, ya veía la Bajada de Armendariz, lo que me indicaba que estaba por ingresar a Barranco, donde encontre estacionado el auto de mi papá, ahí estaban todos, Erika, Alfonso, mi papá, dándome aliento, "todo bien" les dije, aún así se apresuraron en cambiar mi botella de Gatorade por otra que no estuviera caliente, sino bien helada, tome un sorbo y me encaminé hacia el cartel que anunciaba haber llegado a la mitad del camino, mi cronometro indicaban 1:50 minutos (mi tiempo en esta distancia que es 1:39 minutos), me sentía fuerte, pero había perdido mi botella de gatorade, en un descuido se me cayó y un auto que venía detrás aplasto el envase......
  • 25K, se perdió mi amigo Cusqueño, a partir del kilometro 21 se inicia el retorno al estadio San Luis, es una ruta muy dura pues lo que resta del camino es cuesta arriba, o un falso plano que siempre va de subida....pero la ruta es difícil para todos, transcurrieron dos horas de camino, vi a mi amigo cusqueño parar a tomar algo de agua, pero se le notaba muy cansado, nos despedimos y seguí adelante con la esperanza de que en algún momento me diera el alcance, ya estaba muy cerca del cartel que indicaba los 25K, ahí estaba de nuevo la familia, a la distancia les hice saber que había perdido mi botella, creo que me entendieron a la perfección pues mi papá con sus 100 kilos de peso me dio el alcance y al trote me entrego otra botella heladita de gatorade....ahhhhh que rico.
  • 30K el inicio del muro, trancurridas 2:45 llegué al punto crítico, acostado en medio de la Av. Arequipa, estaba la marca de los 30K, mucha gente alerededor alentaba a los maratonistas que avanzábamos a paso firme, ya sólo faltaban 12K en una situación normal los haría en 50 minutos, me puse como meta 1 hora, aún así bajaría las 4 horas, tome mi primer sobre de powergel y con renovados bríos pero bastante cansado inicie el camino hacia la meta.
  • 35K que bravazo!!!!mi cronometro me anunciaba 3:25 faltaban poderosos 7K por recorrer, me sentía bien de aire, pero los musculos habían empezado a agarrotarse, en el camino iba dejando otros maratonistas que ya empezaban a caminar, o habían decidido parar para estirar un poco con la esperanza de reinciar en algún momento. La familia pasaba despacio en el auto, me miraban por la ventana buscando algún indicio de abandono, para de una vez subirme al coche...ja,ja, pero no les iba a dar el gusto...je,je..cada vez que me veían apretaba un poco el paso.
  • 40K la vuelta al Pentagonito, Asesino!!!! 4.2K de falso plano con una pendiente que a esas alturas haría que muchos atletas abandonarán la carrera, las banderas anunciaban la cercanía a la meta, mi paso había decaído dramaticamente, pero seguía trotando, lo único que pensaba era que no se acalambren las piernas, le pedí a mi papá una coca cola, sentía que el gatorade ya no hacía mucho efecto en mi alicaido cuerpo, al toque, me alcanzaron una botella heladita de coca cola, le metí un par de sorbos. Mi cronometro indicaban que faltaban 10 minutos para las 4 horas, la distancia que restaba era de sólo 2K, mi cerebro era consciente, había que ver si las piernas iban a responder a la instrucción de ACELERAR.
  • La meta 42K, pues no fue tan así, mis piernas siguieron avanzando al mismo ritmo, mi cererbro se desesperaba porque hicieran un último y sacrificado esfuerzo, pero nada....ahí estaba la puerta del estadio de San Luis, donde hacía casi 4 horas había partido, ingresé a la pista atlética, decidí no mirar mi cronometro, sólo escuchaba los latidos de mi corazón, delante mio un tipo delgado, alto trotaba a buen ritmo, pensé pasarlo pero las piernas ya no querían saber nada de la carrera, me mantuve a distancia, había recorrido 300 metros de la pista atlética, faltaban los últimos 100, ahí estaba el reloj de la Federación, justo detrás de la meta, indicaba...........que habían transcurrido desde mi salida.........4 horas y 1 minuto....había llegado, me esperaba mi papá, Erika y Alfonsito un poco más al fondo aplaudían mi hazaña, alce los brazos, pare mi cronometro.

1 comentario:

Eugenio dijo...

Excelente crónica! Muy útil y alentadora... en 5 días corro mi primera maratón en Brasil, y la verdad es que estaba un poco preocupado, porque al igual que te paso a ti, lo máximo que he logrado correr fueron 32km y tuve que llamar para que me fueran a buscar a la ruta =/

Muchas gracias por compartir tu experiencia y buena carrera! =)