jueves, 17 de septiembre de 2009

Fuera de training


Jueves 5 PM, harto movimiento en los cubículos de los muchachos, fin de mes, con la billetera gorda, se preparaban para reventar parte del sueldo en algún bar limeño, la noche fría se prestaba para ir por algún "calientito"

Tiempo que no salgo con la gente de la oficina, menos en fin de semana, pues prefiero ir a casa temprano, organizar mis cosas para el entreno del día sábado, y descansar mis ocho o siete horas, dado que no era viernes sino jueves, decidí acompañarlos por un par de tragos, además me atraía la idea de visitar la Calesa, pues a mi entender, preparan el mejor Pisco Sour de Lima.

Obviamente tuve que acercarme para preguntar si podía ir, ja,ja,ja............... ultimamente no me pasaban la voz, pues había rechazado innumerables veces su cordial invitación, menos mal, "entendían" mi falta de entusiasmo por la practica del deporte más antiguo del mundo, "empinar el codo".

Tras cerrar la oficina, salimos muy contentos con destino a San Isidro, la hora era muy prudente, 8PM, como para empezar algo divertido, en 20 minutos estuvimos comodamente instalados en una mesa pequeña, donde ubicamos 7 sillas, casi pegados nalga con nalga.

La primera ronda de Pisco Sour, paso entre bromas y recuerdos de anécdotas de oficina, lo tome con calma, así es que mientras los muchachos estaban por finalizar la segunda rueda de tan exótica y deliciosa bebida espirituosa, Yo me mantenía con la mitad de mi primer vaso, increíble como se pasan las horas cuando uno está en alcohol, tras un par de horas de conversar de todo y no entender nada pase a retirarme.

A pesar de haber llegado a casa a una hora decente, (antes de las 12AM), mi cuerpo estaba súper maltratado, la costumbre de dormir entre 10 PM - 10:30 PM, hicieron que me costara mucho conciliar el sueño, le di varias vueltas al colchón para quedarme inconciente. Al día siguiente, igual desperté a las 05:30 AM, muy cansado, extenuado, con algo de dolor de cabeza, casi sin reacción volví a estampar la cabeza en la almohada.

En resumen, pasarán varias lunas hasta que me anime a acompañar a los chibolos a una nueva chupeta, debo reconocer que la pase muy bien, pero el trago helado, la noche fría, y el aire acondicionado, me inflamaron los ganglios de la garganta, estuve con pastillas y medio afiebrado un par de días, pero lo peor de todo es el fuerte olor a tabaco, el local muy pintoresco, cerrado, enrarecido por el humo de los cigarros. Mientras que estás con los efectos del pisco no sientes abosulamente nada, ni frío ni calor ni sueño, pero una vez que estás fuera el impacto es abrumador.....

Estoy fuera de training para este deporte, al día siguiente en la oficina los muchachos estaban como si nada hubiera pasado, permanecieron en el local un par de horas más desde mi retiro, luego se fueron por unas hamburguesas, durmieron en promedio unas tres horas, mientras que Yo me la pase con mi pañuelo secándome los.........mocos...pero ya les advertí que el siguiente pisco sour va por mi cuenta, día sábado, 05:30 AM, en la Panamericana Sur, sentados sobre una bicicleta..je,je

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