martes, 21 de julio de 2009

Entrenando bajo la lluvia....


Otro día lluvioso, aunque en Lima no llueve de verdad, finas gotas, caen de manera persistente, lo hacen por muchas horas seguidas, finalmente logran el impacto que haría una gran lluvia pero en pocos minutos, pistas mojadas, por ratos inundadas, veredas jabonosas, resbalosas, mucho frío durante la madrugada, por ahora es impensable que me lance a pedalear, he decidido dedicar algunas horas a la lectura........tiempo que nos disfruto de un buen libro.

Me pongo a pensar en lo riesgoso que sería entrenar bajo condiciones extremas de húmedad, lo cierto es que lo he intentado, varias veces he salido temerariamente a la pista, aquella mañana, motivado por la foto de Lance Amstrong entrenando bajo la lluvia, cogí mi bicla rutera, puse el contador en cero, salí raudo por las estrechas calles, pase la iglesia, tras una respetuosa santiguada, enfile rumbo a La Molina.....las gotitas de agua, reventaban en mi rostro, sintiendose cuál filudas agujitas, el velocímetro no se movía de 24 Kms / hora, conforme apretaba el pedal, sentía como las peñizcones que recibía mi cara, se convertían en dolorosos puntasos......por fin una velocidad decente 30 kms/h. Agua helada salpicaba en mis pantorrillas, sentía como las gotas de agua se desplazaban por toda mi pierna, hacia arriba hacia abajo, una veloz mirada a mi traje, completamente mojado, la casaca cortaviento, habí cumplido con precisión su trabajo, pero solo duro los primeros veinte minutos..................., pensaba que conforme me acercaba a San Borja o La Molina el clima mejoraría, distritos más alejados del litoral, de repente guardaban un clima menos demente, no fue así, la lluvia se intensificaba, 45 minutos después de haber salido de casa, me encontraba en las faldas del cerro Monitor, a la distancia observaba como el agua caía cuál torrente....., mi cerebro se hizó un nudo, subir o no subir, la siguiente curva me dejaría frente a frente....., no llegué a tomarla, un inmenso charco de agua, había vuelto sumamente resbalosa la vereda, caí al piso, ya en el suelo avance unos 40 metros, vi pasar mi bicileta por mi costado, Yo trataba de agarrarme de algún lado para detenerme, tras algunos segundos que me parecieron eternos por fin nos detuvimos.......ilesos, tanto mi cleta como Yo, habíamos terminados completos, sin magulladuras o lesiones que lamentar....

La decisión estaba echada, subí a mi corcel y emprendí el camino de regreso a casita, esta vez con mucho cuidado, ahora sí, completamente empapado, atrás quedaría el inmenso cerro con sus gigantescas lágrimas....simpre quedara mi pregunta que hubiera pasado si me animaba a treparlo...¿?

No hay comentarios: