La tarde del miércoles aún no terminaba cuando llego el correo del área de Recursos Humanos invitándome a participar en la maratón 10K que organizaba la Asociación de Bancos, luego del Ironman de Brazil casi no había entrenado en serio, muy flojo despertaba tarde en las mañanas, sumado al cambio climático, la falta de luz natural, mi dedo gordo del pie que estaba un poco más gordo, no sé, cualquier pretexto siempre era bueno para quedarme en casa, dormir un poquito más, ver algo de TV......pero no quedaba casi nada de tiempo, la competencia sería el Domingo..!!.
Desesperado, acudí al día siguiente al gimnasio, trepado en la trotadora, inicie lentamente una rutina de 5 kms, a 6 min/km avanzaba a paso firme, agregue un poco de dificultad, eleve el grado de inclinación de la faja, conforme pasaban los segundos, sentía más confianza en mis piernas, programe el paso para 05:20 min/km....mmmm, otra sensación, el pulso empezaba a moverse a niveles interesantes, una mirada al cronometro me indicaría que habían transcurrido casi 10 minutos, y no alcanzaba ni los dos primeros kilómetros, era hora de apretar un poco más, nuevamente modifique el programa a 04:40 min/km, la cosa se ponía seria, con la respiración agitada, iba anotando mentalmente los principales indicadores, 15 minutos sobre la faja para casi 3 kilómetros de recorrido........sentía que todos lor organos internos se revoloteaban, el higado y el pancreas ahora acompañaban a mis pulmones, que con cada bocanada de aire, crecían inexorablemente........mi corazón latía con mucha fuerza, por ratos se podía escuchar en todo el salón......casi 20 minutos, poco más de 4 kilómetros......la raza de campeón me obligaba a ponerme malcriado, aceleré hasta alcanzar 4:08 kms/min, trataría de mantener el paso hasta ver cruzar la línea de los 5 kilómetros........así fue, con la lengua afuera, muy mareado, empecé a caminar alrededor de las máquinas del gimnasio, empapado de sudor, decidí retirarme a casa.
El viernes, repetí la rutina del día anterior, y el sábado me fui con los Ironman a pedalear un poquito, unos 70 kilómetros o 2 horas a un ritmo suave.
Por fin, día Domingo, día de la carrera, mucha húmedad en el ambiente pero no había lloviznado, me parecía un clima adecuado para una distancia poco importante, solo 10 kilómetros, mi expectativa era mejorar mi última marca de 44 minutos, de ser posible alcanzar alguna medallita.
En el bus del banco, unos 30 atletas nos dirigimos a la línea de partida ubicada a unos cuántos minutos de nuestra base. Luego de un breve calentamiento, tras el discurso de rigor, el presidente de ASBANC dio la partida, rápidamente me coloqué en el pelotón delantero, según mis calculos solo 6 personas estaban delante mio, con el pulso controlado, trataba de no perder de vista al corredor que iba delante, los primeros 5K transcurrieron sin mayor contratiempo, bueno ayudaba que casi todo era bajada, lo bravo estaba por venir, los últimos 3K se volvían muy largos por ser de una empinada pendiente......empezaba a sentir que la respiración ya no era uniforme, me fui despegando del grupo de avanzada, trate de mantener el mismo paso, de repente no tan rápido, jadeando, con el sudor tapando mi visión, se hacía poco más que difícil seguir respirando.....cuando pensaba lo peor, a unos 100 metros una estrella vestida con mameluco rojo agitaba una bandera señalando que solo faltaban 500 metros para llegar a la meta.......no sé de donde, ni como, una fuerza interior, hizo que acelerará el paso, levante la cabeza, tenía a dos corredores a poco más de 20 metros, intente un último pique, pero los músculos no respondieron la orden que emitía con firmeza mi cerebro, con el mismo ritmo cruce el arco de llegada............
Dos semanas después, por fin los resultados, terminé en décima posición, con 41 min 47 seg, más o menos a 4:08 min / km, mejor de lo esperado, pero insuficiente para lograr una medallita.....
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