martes, 5 de mayo de 2009

el chato


El frío empezaba a demoler mis huesos, días de intensa neblina azotan Lima, a partir de las 7 de la noche pareciera que el humo proveniente de un gran incendio en el fondo del mar penetrara las entrañas de la ciudad, rápidamente se va apoderando de las calles, el alumbrado público yace insuficiente para iluminar las pistas, las luces de los autos ponen la nota tétrica en las madrugadas, cada vez menos gente tránsita por las tardes.....una neblina que viene con la noche pero no se va con ella, a veces espera buena parte de la mañana para sigilosamente retirarse y dar paso a un sol que aún caliente los días limeños.....


Un martes de aquellos, hace ya varios inviernos, salí a pedalear con destino a La Molina, suelo cruzar la Av. Arequipa a la altura de la comisaría que está a un par de cuadras de la Av. Javier Prado, tratando de evitar cualquier tipo de cruce vehicular, encontré una ruta que me llevará hacia San Isidro de una manera rápida y segura.


Con la noche aún encima, una veintena de carros policías estacionados en el frontis de la estación, todos pintados de un color verde oscuro, se mimetizan entre la niebla y la dura oscuridad, haciendo este pedazo de la calle totalmente lugubre y siniestro, solo un foco de 50 watts alumbra la puerta que da ingreso a la comisaría, un par de hombres fuertemente armados, custodian con cierto sigilio las esquinas, con una pista totalmente rota, debo tener sumo cuidado de no pinchar la llanta......concentrado en la ruta......de repente muy cerca de donde estaba escuche el fuerte ladrido de un perro, inmediatamente dirigí mi mirada al lugar que orginaba el sonido......un veloz perro salía por debajo de una de las unidades estacionadas, uno chato, gordo, de esos que no tienen cuello, furioso se avalanzo sobre mi bicicleta......en una rápida reacción pude acelerar lo suficiente para que no me embistiera.......con la mirada adelante, aprete fuerte el pedal hasta alcanzar la esquina que curza Petit Thouars.....uffff menos mal que el chato detuvo su marcha....a lo lejos un par de policías "despertaban" para ver porque tanto alboroto, frené a media cuadra de distancia, solo para decirles que guardarán a ese animal.......a lo lejos solo divise una venia con la mano, entendí en son de disculpas......obviamente no volví por ese camino en varias semanas......encontré un ruta alterna igual de rápida y segura....


Sin embargo, Lima estuvo casi destruida por varias semanas por la intensa labor de los acaldes en reparar las dañadas pistas, por más que busque rutas alternas no tuve otra opción que regresar nuevamente por la estación policial, solo de pensar en la presencia de tan brava fiera las piernas empezaban a flaquear, pero más puede la adrenalina y las ganas de entrenar.....tras meditar algunas noches decidí un día jueves regresar...!!!


Temprano, aún de noche, la fotografía de aquel martes volvía a repetirse, los mismos carros viejos mal estacionados en el frontis, el foco que alumbraba la entrada, y para variar la desastroza pista que tenía que atravezar, esta vez sería menos cuidadoso con mis ruedas, apenas tome la calle aprete fuerte el acelerador....casi a 30 kms / hora, el "chato" casi no tuvo ninguna opción para atacarme, tan solo un fuerte rugido....pero ya estaba lejos, en la esquina me detuve, gire para verlo....un perro chusco, con las orejas levantadas y el rabo cortado me observaba, su olfato elevado al cielo para tratar de adivinar mis intenciones.......no tenía cuello, unas fuertes mandíbulas y algunas cicatrices en el cuerpo, señal de las multiples batallas que habría enfrentado....seguí mi marcha pensando en como sería el siguiente encuentro....


Con la táctica ejecutada implecablemente pasaba por delante de la comisaría y del "chato" por lo menos dos veces a la semana, al verse sin ninguna opción el bravo animal opto por ni siquiera intentar ladrar.....miraba como raudamente atravezaba la calle, quieto y mudo, el ciclista había dominado la silenciosa noche....!


Por fin las calles por donde solía cruzar para evitar al "chato" habían sido reparadas, y por el contrario la calle de la comisaría estaba en plena reparación....así es que procedí a cambiar de ruta nuevamente, han pasado varios meses de nuestro último encuentro.....hoy temprano con las calles despejadas, casi sin neblina, mientras cruzaba la Av. Javier Prado, se me ocurrió pasar nuevamente por la calle del "chato", sería cuidadoso pero muy rápido, definitivamente había pérdido algo de práctica, esperaba no haya cambiado el orden de las cosas, me las sabía de memoria, timidamente me fui acercando, a lo lejos podía divisar las mismas unidades estacionadas a un lado de la calle, una mejor iluminación esperaba me permitiría ver a la brava fiera......mi ojos buscaban por todos lados.....cuando estaba por apretar el pedal para iniciar mi loca carrera......se apareció el "chato".......esta vez traía un vozal, con las orejas levantadas se paro delante mío......lo tenía a unos 500 metros de distancia........ya no sería necesario pasar tan rápido, lentamente agacho la cabeza y se puso a un costado, un ropón celeste le impedía correr como antes, al parecer los policías le habían agarrado cariño, ante el intenso frío habían optado por abrigarlo.......mientras pasaba delante del perrito, observaba que no había pérdido esa fiera mirada........un fuerte gruñido y un intento de avalanzarse sobre mi cleta me hicieron recordar que cada vez que pasé por ahí tengo que acelerarrrrrrr......!!!!

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