jueves, 14 de mayo de 2009

Pinchazo

¿Creo que he pinchado?




Nuevamente había pinchado llanta, no había salida con mi bicicleta que no terminará reventándose o bajandose la rueda trasera....no había transcurrido ni 10 kilómetros desde que salí de casa, ahora además del frío que estaba corriendo, debía arreglar el desperfecto, me cuesta demasiado, en tiempo y esfuerzo solucionar estos problemitas que para un ciclista sería facilisimo, ahí estábamos mi cleta y Yo apostados a un costado de la siempre peligrosa Costa Verde, casi a la altura de la bajada de Marbella, con una ligera brisa marina que de rato en rato traía unas gotitas heladas con sabor a mar, a unos metros algunas gaviotas despertaban, paradas encima de los postes, aleteándose y picoteándose entre Ellas, estiraban sus esbeltos cuellos para saber que pasaba allá abajo, intentando, de repente, adivinar cuáles serían mis intenciones......menos mal, Yo, amante de la naturaleza miraba con cierta nostalgia como aquellos animalitos se estaban adecuando al "desarrollo urbano" del ser humano............habían cambiado sus islas o escondites por postes de luz.

Empecé con el ritual, retiré la cámara reventada, coloqué la nueva, infle la llanta y listo me dispuse a partir......situación que fue sonoramente celebrado por el grupo de pajarracos....que de vez en cuando me habían estado enviando torpedos de excremento, menos mal, pude mantenerme a regular distancia, el proyectil más cercano todavía tenía algunos pasos de distancia de donde estaba mi cleta......

Desalentado, inicie el retorno a casa, el "arreglito" me había costado algo más de 20 minutos, con el cuerpo enfríado no solo por el hecho de estar parado sino por el inclemente frío que reinaba, a duras penas pude trepar hasta llegar a la Av. del Ejercito.......me detuvé en el primer grifo que encontré para echarle un poco más de aire a la llanta recién reparada.........apenas subí a la bici......plaf..!!! nuevamente se reventó......!!!...no podía creer lo que sucedía....ya no tenía cámara de repuesto.....un taxi me llevaría de regreso a casa.

Decidido a solucionar esta situación llevé mi bicla al taller de Juanca, una minuciosa revisión permitió detectar una parte de la llanta se había descosido volviendo totalmente débil la cubierta, por ese motivo cualquier piedrita o bache que rozará terminaba pinchando la cámara con tanta fácilidad........el motivo: los ojos de gato o tachas reflectantes colocados en ciertos "puntos estratégicos" de la Costa Verde, pequeñas estructuras de metal, que reciben tan curiosos nombre por el brillo que reflejan cuando les caen la luz de los autos, se utiliza bastante en las carreteras donde la intensa oscuridad de la noche, sumado a la falta de fluido eléctrico no permite distinguir entre la pista y el abismo.....estos tachones filudos en sus bordes poco a poco habían ido rasgando el material de la llanta.........mi acostumbrado entreno mañanero, en mi intento de mantener una velocidad promedio decente habían ocasionado que en algunas ocasiones osadamente pasará por encima de estos tachones.........

La solución: comprar otra llanta, ahora reforzada, pero lo más importante, cambiar de ruta......!

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