Intenso, esa es la palabra que define muy bien como va el entrenamiento, el día del trabajo fue efectivamente de harta labor, abrimos el día con 3,600 metros de nado en mar abierto, por ser feriado empezamos casi a las 8AM luego de 1 hora 25 minutos de estar navegando en las gélidas aguas del oceánico pacífico, nos montamos en la cleta, dando innumerables vueltas al tontodromo ubicado en la Costa Verde por casi 30 minutos, para finalizar con un trote de 10 kilómetros. Por la tarde el cumpleaños de Alfonsito, sus 07 años los celebramos en casa junto con sus mejores amigos del colegio, primos y algunos patas del barrio......la payasita que contratamos estuvo de lo más divertida, hizo reir a chicos y a grandes, pero las palmas se las llevo el abuelito con su imitación de tigre hizo temblar a más de uno de los presentes. Luego de degustar una deliciosa carapulcra se hizo la noche, y con ella se desaparecieron los invitados al tono, solo quedamos Mamá, Papá, Alfonsito y el saltarín que habíamos alquilado para la ocasión.
Al día siguiente a las 4AM sonó mi bendito despertador, en medio del sueño pensé que era la alarma de incendios, me desperté medio palteado, pero rápidamente tome conciencia de la situación, habíamos quedado con los muchachos pedalear 180 kilómetros, segunda vez en el verano.....madrugada helada con harta neblina hicieron que terminé sentado en el baño del grifo donde concentramos, bien abastecidos esperamos que llegará el buen Carlos con sus papás quienes nuevamente nos escoltarían en esta travesía de más de 06 horas.....aquí vino lo bueno, Carlos había presentado una lesión en el muslo derecho que no había permitido un entrenamiento normal entre semana.....aún así, se había animado en rodar, la táctica era simple iría tras la rueda de alguno de nosotros.....así evitaría el aire en contra y aprovecharía la fuerza del dfrating....
Tras 03 horas de pedaleo por fin arribamos al kilómetro 108 en Sarapampa, lugar donde degustamos de unos deliciosos emparedados de jamón cortesía de la familia Forero, sin prisa iniciamos el retorno, advertidos por Carlos que la lesión había recrudecido decidimos realizar un alto en Bujama, con Carlos y su bicicleta seguros en el auto, continuamos nuestra marcha a Lima, tras algo más de 06 horas llegamos. Aún faltaban trotar 9 kilómetros, casi instintivamente me puse a correr, el circuito para variar serían los pantanos de villa.....menos mal esta vez el clima estuvo de nuestro lado...templado frío evito exceso de deshidratación....
El entrenamiento lo terminé con una ligera contractura en la pantorrilla izquierda, que se dejó sentir mientras estaba sentado en la bici, faltando 15 kilómetros para llegar a Lima, lo recomendable hubiera sido dejar inmediatamente de pedalear, pero estaba muy cerca de la meta, así es que igual le metí el fierro a fondo hasta arribar.
En casa, el saltarín permanecía en el jardín, no aguante las ganas de subirme, adolorido, agarrotado, cansado, pude trepar al dichoso aparatito, tras un par de saltos había agarrado viada, increíble...!!! la sensación de volar...!!!, con Alfonsito dando vueltas a mi costado, estuvimos por casi 15 minutos hasta que un tiró en la pantorrilla me hizó recordar que era hora de descansar.....
Harto diclofenáco y unas pepas de ibuprofeno han mejorado notablemente la sensación de malestar, igual he preferido descansar.....en la literatura muscular, el proceso de desarrollo o crecimiento se llama hipertrofía, consistente en el rompimiento de las fibras musculares por el fuerte ejercicio, que tras un descanso adecuado se vuelven a construir pero reforzando el tejido.....
El domingo me quedé un rato mirando a mi hijo en el saltarín, ágilmente revoloteaba sobre su eje.....dando la impresión que en algún momento saldría volando, época de lesiones, época de mucho cuidado.......hoy temprano se lo llevaron, Yo me quedé con la sensación de estar literalmente volando......de todas maneras volveré a alquilar el saltarín.
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