jueves, 12 de febrero de 2009

Corriendo nuevamente


Deben haber transcurrido casi 4 semanas desde la última vez que trote, estuve metiéndole horas al ciclismo y la natación, habiendo mejorado notablemente en ambos, sobre todo en el tema de resistencia, así es que ayer realicé todos los preparativos para retomar mis sesiones de trote, aproveche que tenía que llevar mi bicicleta para su mantenimiento respectivo, a pesar que me acosté un poco tarde, 11 PM, hoy me pude despertar temprano, 05:30 AM estaba en la calle con destino al Pentagonito en San Borja, en mi cleta rutera, ataviado con mi traje de triatlón, encima un casaquita cortavientos y zapatillas pues tenía pensado regresar a casa trotando, más o menos 16 kilómetros. Distancia archi conocida por mis piernas pero que no entreno desde hace buen tiempo.

En 40 minutos estuve en el taller BICIMAX, no lo encontré a Juan Carlos, pero igual pude dejarle mi bici con una amable viejecita que salió a atenderme, tan temprano que de pasadita me pidió le comprará el pan de la panadería de la esquina, petición que accedí "amablemente".

06:25 AM inicié el camino de retorno a casa, a paso lento y cansino pero con una enorme emoción como que mi cuerpo me agradecía el haber tomado la decisión de trotar, me dirigí por el borde del Pentagonito hacia San Borja Norte, avenida que me llevaría hacia San Isidro hasta la altura del Puente Quiñones, los primeros 20 minutos transcurrieron sin mucha agitación, cuidando mis músculos que lentamente iban sintiendo el rigor de la pista, 10 minutos después ya cruzaba la Av. Javier Prado, a esa hora de la mañana abundantes emolienteros, estacionados en cada esquina, rodeados de comensales, que ingresan a laborar o que salen de trabajos nocturnos, un suave aroma a emoliente rodeaba el ambiente, que ganas de detenerme a degustar un vaso de ese poderoso elixir.....concentrado mirando el horizonte, rodeé el edificio de Interbank para cruzar la Vía Expresa utilizando el Puente Peatonal con dirección a Lince.

Revisé mi cronómetro, habían transcurrido casi 40 minutos, mis pies hervían cuál olla a presión parecían iban a estallar, físicamente me sentía entero, pero ese dolorcito me estaba haciendo agonizar, decisión urgente, acortar el paso, prefería tardarme un poco más pero seguir avanzando, cruzando la Av. Arequipa, casi sin carros, tomé la Av. Dos de Mayo, que en línea recta me llevaría hasta la Av. Salaverry.....mis pies habían entrado en un conflicto nuclear con mis zapatillas, la lucha era por la Libertad!!!!!, 50 minutos de trote, me sentía adolorido, las piernas agarrotadas....un último esfuerzo, intentaría redondear aunque sea una hora de trote....finalmente cuando mi cronómetro marcaba 59 minutos perdí la concentración, me abandoné, tras beber un gran sorbo de agua empecé a caminar, con destino a casa, alce la mirada, vi alrededor, el tráfico se había vuelto infernal, mira la hora, 07:30 AM.....no había forma, parado a la altura del cruce de la Av. San Felipe con la Av. Brasil, decidí tomar un taxi.....chorreado de sudor, acepte pagarle 7 luquitas al único pata que se atrevió a subirme así de cochino en su auto......

Decepcionado, asi estoy ahora, 59 minutos y estoy demolido, ha llegado el momento de................ cortarme las uñas.....

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