El viernes santo me quedé pegado en mi cama, que rico, sin esa torturante sensación de pensar en salir a entrenar, lo había decidido el día anterior, había quedado con el cuerpo molido, aproveche a dormir lo máximo que permitía mi organismo, por la tarde nos fuimos a almorzar a la casa de mi cuñada, una dieta rigurosa en pescados y mariscos, harta coca cola y un montón de chicos corriendo por todos lados, esquive un par de brindis con vino, consideré que tenía demasiado octanaje de alcohol, hubiera preferido una cervecita bien helada pero dado que no había aproveche para tomar otro vasito de coca.
La madrugada del sábado estuvo escalofríante, la Costa Verde estaba cubierta por una neblina muy espesa, el fuerte oleaje se dejaba escuchar atravéz de las ventana, aminoré la velocidad, encendía mis luces intermitentes, me parecía una buena opción, era dificultoso ver las luces de los autos que venían por el carril contrario, una oscuridad total me obligaba a concentrarme en la pista, me fui guiando de los ojos de gato ubicados al borde de la pista, jamás había tenido tanta dificultad de avanzar por esta ruta, me la conozco de memoria, conozco en que momento aparece una curva o esta plantado algún puente peatonal, pero ahora parecía territorio desconocido, recién llegando a Chorrillos el panorama se iba aclarando.
Un frío demoledor penetraba lentamente en mis huesos, el grupo estaba completo, así que iniciamos el viaje a Asia, el kilómetro 97.5 sería nuestro objetivo, un ida y vuelta - 160 Kms rodando, ahora fuimos escoltados por la camioneta de mi tocayo, el grupo empezó a jalar rápidamente, los primeros 80 K nos salió a una media de 31.6 kms la hora, apostados en el grifo Primax de la entrada a las playas de Asia decidimos darnos un respiro........por aquí la noche se resistía a morir, a pesar que el rubio sol asomaba hacía rato por estos lares, los muchachos seguían envueltos en una rumba tremenda.....jóvenes trepados en los estribos de sus camionetas, chicas en short o minifaldas, con rostros desencajados y una botella o un cigarro en la mano nos dieron la bienvenida a tan "maravilloso" balneario.....
Tras un breve parada, y luego de disfrutar de unos deliciosos kekitos con coca cola, volvimos a la ruta, esta vez estuvimos desprovistos de cámaras fotográficas o filmadoras..........un fuerte viento sería la constante del retorno, agazapados a los aerobars procurábamos mantener el ritmo, pero estaba complicado. Casi llegando a Lima el viento soplo a favor, buenísima la sensación, pero solo duro unos minutos, los últimos 5K fueron crueles, el viento seguía siendo nuestro principal rival, ni el cansancio, ni la falta de hidratación, solo el viento, trataba de echarnos de las bicis......tras 05:15 horas habíamos culminado con la tarea del día, me salió una media de 29,6 kms la hora para una distancia de 159 Kilómetros....
Quedaron fuerzas y ganas para un trote motivacional, acompañado de mi tocayo nos fuimos bordeando los pantanos de Villa hasta llegar a la playa, el sol hace rato se había despertado, empapado de sudor terminé los 8K en 46 minutos.....
Bueno, estas semanas que faltan para que terminé Abril se irá incrementando la carga, el grupo esta parejito, lo cierto es que empezamos a perder peso rápidamente, hora de cuidarse, complementar las comidas con proteinas, en la medida de lo posible priorizar el descanso y rezar para que todo siga saliendo bien.
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