viernes, 3 de abril de 2009

Rodando en la panamericana sur


El sábado me desperté temprano, estaba extasiado pues había averiguado que un grupo de chicos y chicas pedaleaba a partir de las 6AM en la Panamericana Sur, casi no dormí esa noche, emocionado por mi primera rodada en grupo. Abordo de mi camioneta con la cleta apretada en el asiento posterior, con todos los temores del mundo salí de casa minutos después de las 5AM, no fue difícil encontrarlos, las únicas luces de autos estacionados delataban su posición, aún era de noche pero buena parte del grupo ya estaba sobre sus bicis....


Encima de mi bicla rutera, en medio de una treintena de ciclistas, avance con el grupo hasta la altura de Santa María, en ese momento no sabía ni siquiera donde estaba, el camino había sido bastante plano durante casi todo el trayecto, no había sentido mucho cansancio.....hasta ese instante.


La primera colina me había dejado las piernas de gelatina, sin embargo, pude mantenerme en el grupo, recuperé en algo la respiración, tras un breve descenso, se nos vino la segunda colina, esta era un mounstro gigantesco, cuya mirada desquiciada intentaba amedrentar a los más osados, sus largos brazos extendidos sobre el pavimento se confundían entre las líneas punteadas....parado sobre los pedales, observaba como el resto de ciclistas me iba rebasando por los costados del mounstro, con el corazón en la boca, alce la mirada, no faltaban ni cien metros, pero mis piernas estaban partidas en dos, sentía que los músculos no se podían mover, suavice los cambios, me sente en el sillín, baje la cabeza, con la mirada en el piso, continúe el ascenso......ahora solo....había sido atrapado por las fauces de este gigante, alzaba la mirada y tenía la sensación que no avanzaba ni un centimetro.....cargue de nuevo de un impulso puede tomar la cima.....


Me dí un respiro, fije la vista en el horizonte, el grupo de ciclistas había avanzando considerablemente, me avente por la bajada en un intento por alcanzarlos, pero era imposible no podía sostener la velocidad, no conocía la ruta.....se alejaban!!!!, mire a mi alrededor, un desierto impaciente con ligeros rayos de sol abordaba la mañana.....decidí continuar rodando, lentamente, me sentía cansado, desalentado.....enfrascado en una nueva subida, el letrero del kilómetro 51 asomaba a mi derecha, ahora ya no podía ver al grupo, habían desaparecido detrás de la montaña.....el sudor rodaba por mi rostro tapando de rato en rato mi visión...


....Eso parecía una visión, a la distancia tres ciclistas parecían regresar en mi auxilio, por el carril auxiliar, justo por donde Yo estaba rodando......seguí avanzando....ahora con nuevos bríos, por fin estaban delante mío......que pasa? pregunté...."nos regresamos a Lima.....!!!"....respondió uno de ellos.


...inmediatamente gire el timón, me puse detrás de ellos, cruzamos la pista, armamos un grupo de 8 ciclistas y empezamos el camino de regreso.....a buen ritmo, bien escondido pude avanzar hasta el puente Arica, donde nuevamente mis piernas flaquearon, dos kilómetros después estaba nuevamente solo......chssss. Los últimos kilómetros me parecieron una eternidad, el viento lo sentía como duras cachetadas, el sol me hací transpirar de una manera inusitada......finalmente avisoré el grifo donde había estacionado mi auto .....sentí un profundo alivio.....adolorido hasta los huesos, desmonte, tome mi cleta del manubrio y crucé la pista que a esa hora no traía carro alguno......


Casi desmayado, pude subir mi cleta al auto.....cansado pero satisfecho, con una sonrisa en los labios, llegué a casa....entusiasmado aún, había tomado la gran decisión......nunca más en short iba a montar bicicleta...!!

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