martes, 27 de enero de 2009

Empezando a trotar

El verano se aproximaba, las rutinas en el gimnasio estaban practicamente aprendidas, ya casi no necesitaba del cartón de instrucciones para saber que ejercicio tocaba ese día, me parecía tonto trotar sobre la máquina que estaba pagada a la ventana mirando a la piscina olimpica, pero siempre había gente calentando para iniciar su rutina, conmigo no iba ese tema, llegaba en mi auto, suficiente con subir los tres pisos por las escaleraS, agitado aún, realizaba un poco de movimiento de hombros, manos, rodillas y cuello, unas patadas al aire aprendidas en mis años de niño en el karate eran suficiente para dar inicio a la rutina del día.

Sábado, estaba de buen humor, ante la insitencia de la profe Gloria, cogí mi toalla y subí a la máquina, suave nomás, a ritmo de caminata, poco a poco fui poniéndole un poco de velocidad, de repente estaba trotando, mientras le daba una mirada al tablero electrónico, iba explorando cada función, sin darme cuenta habían transcurrido mis primeros 10 minutos, la distancia indicaba poco más de un kilómetro, unos cuantos grados de inclinación hicieron que mis últimos cinco minutos fueran de candela.....me sentía extenuado, sudando hasta debajo de las uñas.....apenas mis pies tocaron suelo firme, sentí un ligero mareo, camine unos pasos, segundos después ya estaba bien....cogí mi cartilla, el trote me había removido cada neurona, no me acordaba que seguía.....

Clase tras clase incrementaba la velocidad, el grado de inclinación, el tiempo, ahora trotaba entre 20 - 25 minutos unos 3 - 4 kilómetros, practicaba cuestas, bajadas, el final siempre el mismo, chorreado de sudor, con la mirada pérdida, casi sin fuerzas para levantar los fierros....esto se estaba convirtiendo en un vicio.....ahora quería más!!!!

No hay comentarios: