Mi primera clase de Spinning

Se fue el 2008 con él un sin número de enseñanzas, renovación de fe y esperanza, con nuevas amistades, mejores amigos, de conocernos cada día un poquito más, pero no podía terminar este bendito año sin acudir a mi primera clase de spinning, es que tanto había insistido mi esposa, que ya tiene 3 meses de experiencia, en llevarme a pedalear, sinceramente desde que inicie con los entrenamientos de triatlón, siempre he procurado entrenar al aire libre, de día, de madrugada, con frío, bajo el sol, con o sin tráfico, eludiendo a las combies, tratando de predecir la siguiente maniobra de las voluptuosas choferes de movilidad escolar ......el solo pensar estar sobre mi sitio, como que no me gusta mucho, incluso sufro cuando entreno en la piscina, en el gimnasio ocurre lo mismo, no puedo permanecer por más de 30 minutos, pero ahí estabamos, mi esposa y Yo, esperando que llegará la persona encargada de abrir el salón de clases, por la luna veía las bicicletas, negras cuál corceles encerrados en su caballeriza, al frente, metros más abajo, un grupo de veteranos nadaba en la piscina olímpica.

Cuál experimentado ciclista, elegí la máquina que mejor performance tenía (la verdad todas eran iguales), me sitúe al costado de una ventana, con vista a la pista atlética que rodea el cesped de fútbol, de pasadita que me entraba airecito, mi gordita se puso en la bici de al lado, acomodé mi asiento, subí el timón, me coloque en todas las posiciones posibles, empece a pedalear como calentando las piernas, la clase con 4 alumnos estaba por iniciar, el profe Carlos acomodaba el CD con el que nos moveríamos por 45 minutos, bueno para una persona acostumbrada a rodar por 3 horas, esto eran pan comido.......¿?

Iniciamos con una rodada en plano, cero fricción, me sentía muy cómodo, pegado al volante, mirandome al espejo, observaba lo despeinado que estaba mi cabello, di una miradita a mis compañeras de clase y.......para mi tranquilidad estaban peor, la música empezó a subir de tono, ahora un rock and roll duro sonaba por los parlantes....al grito de "girar tres vueltas a la perilla....imaginense que iniciamos el ascenso a una cuesta....!!!!" nos pusimos de pie sobre los pedales, que ahora eran difíciles de girar, mi pie derecho resbalo del pedal, quedándome suspendido en el aire por unos segundos mientras me acomodaba nuevamente...de reojo sentía la mirada sentenciadora de mi acompañante...."bruto"

Ya llevaba 5 minutos parado sobre los pedales, los músculos de mis nalgas se empezaban a cansar, es que nunca utilizó esa parte de mi cuerpo para pedalear, y si la utilizó nunca por tanto tiempo, prefiero subir las cuestas sentado, pero vendría lo peor..."giren un par de veces la perilla....hacia la derecha, duro, muy duro!!!!!" la voz de Carlos estremecía el pequeño salón donde 4 jinetes trataban de mantenerse sobre sus corceles..."tercera....!!!!!" eso significaba tomar el timón por la parte más extrema de tal manera que el torso quedará bastante estirado, siempre sobre los pedales....."Dios, para que sirven los asientos en estas máquinas"....pero me mantuve concentrado..."20 segundos más!!!!", que obviamente fueron 50, por fin la música se volvía suave, con ella el pedaleo, bajamos la perilla a un nivel en el que ya se podía respirar.....mi Erika tenía la cabeza roja, las manos hinchadas, pero seguía pedaleando....alrededor mio un charco de sudor empezaba a formar pequeños riachuelos que iban con destino a la pared, la ventana abierta pero no había aire.....mire al espejo, la sombra del vigilante le indicaba al profe que la clase había terminado....ja,ja me sentía bien....craso error, lo peor estaba por empezar.....

"...giren la perilla 4 veces, vamos a iniciar la subida nuevamente, posición tres, 20 segundos..." este pata había leído mis pensamientos, nuevamente con las manos al extremo del volante, las piernas rígidas, las músculos de las nalgas contraídos, casi no podía verme en el espejo, mi sudor me tapaba la poca visibilidad que me quedaba, "10 segundos....!!!!!" estaba el orgullo, di una mirada a mi retadora, estaba casi entera, digo casi poque había pasado de rojo a morado intenso, "últimos 5 segundos" lo más largos de la historia de la humanidad, ni un temblor de 8 grados dura tanto......por fin, sentandos con cero fricción, manejábamos en llano nuevamente, 2 minutos después la clase había concluido.

Tremenda experiencia, definitivamente otra forma de pedalear, en grupo, sobre el sitio, encerrado, pero de manera divertida, al día siguiente sentía ligeros tirones en la parte posterior de los muslos, seguro que fue más la tensión de derrotar a mi contricante de turno que la exigencia misma, hablando de Ella, pues ahí está limpiando algunas cosas, como si nada, de todas maneras le he dicho que se tome un Apronaxx, me ha contestado que no necesita, que más tarde se va a sus clases de baile.....PLOP!!!!